Estudio de un espacio dentro de otro espacio
- Juan Ángel Rodríguez
- 11 feb 2016
- 1 Min. de lectura
En esta entrada analizaremos el recurso arquitectónico usado por arquitectos e interioristas que trata de introducir un espacio dentro de otro espacio.

En la foto observamos el espacio "La Nube" de Ensamble Estudio, pensada para ser ubicada en La Casa del Lector, en el matadero municipal de Madrid. Es un espacio contenido mucho más pequeño que el espacio contenedor, por lo que el carácter de ambos queda patente, complementándose perfectamente para crear una interacción con el usuario, que percibe en el espacio introducido una zona privada que en un principio reta a su curiosidad, ¿que és? ¿que hay dentro? ¿se puede pasar? se preguntarán los visitantes.

Cuando el espacio pequeño es de tamaño similar al espacio grande lo invade, despojándolo así de todas sus cualidades. El espacio contenido absorve toda la atención del usuario, por ejemplo en la imágen vemos la Z-Box de Dan Hisel, una habitación privada en una zona común que con unos paramentos transparentes insinúa la vida que ocurre en ella.
Otra forma de tratar un espacio dentro de otro es la movilidad, creando un espacio cambiante que formará diferentes juegos de luces y sombras, así como distintos recorridos en cada visita, como sugiere Josean Vilar en la habitación ROOW que se muestra en la siguiente foto.

También la forma del espacio interior influirá en cómo se relaciona con los demás elementos, pudiendo incluso llegar a formar parte de la estructura como propone eldoradostone.com en la siguiente imágen.

Así queda analizado este recurso arquitectónico poco utilizado, que consigue dar dinamismo y una personlidad propia a los espacios.
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